Sin posibilidades de hablar porque una traqueotomía dañó sus cuerdas vocales, está condenado irremediablemente a que lo bañen, lo alimenten y lo vistan. A pesar de esto, Hawking no se resignó a vivir como un inválido. Se recuperó de una profunda depresión y decidió estudiar física. No solamente se doctoró, sino que dejó una huella profunda en la ciencia. Por encima de todo, cuando fue descubierta la causa del deterioro de su salud, este hombre no sólo estaba condenado a ser parapléjico, sino que le fueron diagnosticados dos años de vida, los cuales superó con determinación y espíritu de lucha, para convertirse en la columna vertebral de la física cuántica, y de paso en el científico viviente más reconocido.
Actualmente tiene 75 años, es profesor, esta casado y viaja por todo el mundo dictando conferencias, a pesar de solo mover los ojos y dedos, ha escrito varios libros. Sus publicaciones han vendido millones de copias en todo el mundo.
Stephen Hawking no se descalificó a sí mismo por lo que no tenía y se enfocó en creer que su fuerza y su capacidad de actuar eran los elementos de los que él dependía. En vez de sentirse como una víctima y auto compadecerse, decidió que su voluntad y su poder eran mayores que las circunstancias, por adversas e insuperables que éstas parecieran.
(Fuente:Youtube)